La quinoa blanca tiene el sabor más sutil y contiene pocas calorías, no tiene gluten, tiene mucha fibra, proteína vegetal, minerales, omega 3 y 6… es un superfood o superalimenbto por la cantidad de nutrientes. Es un buen complemento para una dieta vegana o vegetariana o para las personas con diabetes.
Preparar la quinoa es muy fácil
- Lavar con agua fría durante unos minutos. Frota suavemente las semillas y escúrrelas después. Así retiramos la capa de saponinas que recubre las semillas. Estas le dan a la quinoa un sabor amargo y pueden interferir en su asimilación por el sistema digestivo
- Tostar: Para que la quinoa quede suelta, no quede blanda ni pastosa, y gane sabor. Tuesta las semillas solas o con una cucharadita de aceite hasta que cambien de color y tengan un aroma como a cacahuate. No las tuestes de más!
- Cocer. La cocción de la quinoa es sencilla, muy parecida a la del arroz. Se utilizan dos partes de agua por cada una de quinoa. O sea, dos tazas de agua por una taza de quinoa. Puedes usar un caldo de verduras o de pollo.
- Primero calienta el agua con sal o el caldo. Ya que hierve, añade la quinoa. Deja cocer por 15 minutos, a fuego medio, en una olla tapada, siempre vigilando que no se evapore todo el líquido.
- Sabemos que la quinoa ha alcanzado su cocción óptima cuando las semillas duplican su tamaño original, se vuelven un poco transparentes, y el grano está ligeramente suelto, esponjoso, com que se abre.
- Es recomendable airear con un tenedor para separar las semillas y dejar tapado por unos 10 min